Para una perrita amorosa y fiel, nada es tan importante como no perder de vista a los humanos que tanto adora y por los que daría la vida, si fuera preciso.
Es por eso que cuando su familia comete el acto más cobarde como es el abandonarla, su mundo entero se viene abajo, dejando a la criatura en la más absoluta desolación.
Es un grave error pensar que los animales carecen de sentimientos, ellos son seres llenos de valores inquebrantables, con una lealtad sorprendente. Es triste cuando un animal es víctima de un maltrato, y más cuando se trata de una maldad sin límites que viene de la mano de su dueño.
Eso fue lo que le pasó a esta perrita de raza criolla, que lamentablemente cruzó el arcoíris a causa del puro estado de depresión y tristeza al que llegó, tras ser abandonada en el aeropuerto de Bucaramanga, Colombia.
La perrita fiel esperó a su dueño durante TREINTA LARGOS DÍAS, ¡pero nunca volvió!
Aunque es una historia sumamente triste y dolorosa, que ocurrió en el año 2017, queremos reseñarla de nuevo para crear conciencia y que ningún otro peludito pase por lo mismo.
Nube Viajera, como fue bautizada esta linda perrita por el personal del aeropuerto, permaneció durante un mes entero en el mismo lugar en el que la dejaron.
Siempre estuvo en las instalaciones del aeropuerto Palonegro, de Colombia. Y los empleados intentaban ofrecerle agua y comida para hidratarla y alimentarla.
Pero, lo más triste es que la perrita se negaba a mover una sola pata de ese punto. Y así, pasaron los días, y al ver que sus seres queridos no llegaban, dejó de luchar permitiendo que el dolor se apoderara de ella.
La tristeza y la depresión le quitaron todas las fuerzas y las ganas de vivir, hasta cobrarle la vida
A diario, durante un mes completo, los turistas y locales la vieron deambular por todo el aeropuerto en busca de sus seres queridos. Fue así como esta perrita pronto se robó el corazón de millones y capturó la atención en todas las redes sociales. Y, aunque muchos quisieron ayudarla, ella se negaba a moverse.
Nube Viajera no portaba un collar ni placa de identificación, pero sí estaba muy bien de salud y sana. Esto dejaba ver que no era una perrita en situación de calle, simplemente fue cruelmente abandonada.
Cansada de esperar el reencuentro que nunca llegó, un día dejó de comer y se echó a morir.
“Nube viajera, la crueldad de la cobardía de un ser humano. La perrita muere por el abandono de su amo“, publicó una persona que conoció su caso de cerca.
Finalmente, una de las aerolíneas brindó su apoyo para que esta noble perrita fuera trasladada a la Fundación Protectora de Animales y pudiera recibir la atención y el cuidado necesario.
Alejandro Sontomonte Niño, veterinario de la Fundación, confirmó que el estado de salud de Nube Viajera se deterioró gravemente.
Dejó de aceptar la comida por voluntad propia
«Fue necesario hidratarla con suero y administrarle los medicamentos por vía intravenosa para prevenir una gastritis», dijo el veterinario.
Lo más devastador es que el caso de Nube Viajera no fue el primero en el aeropuerto de Palonegro. Al parecer, se estaba volviendo una cruel costumbre por parte de familias sin escrúpulos.
El veterinario hizo un llamado a las instancias correspondientes sobre la necesidad de crear el Hospital Público Veterinario y un Centro de Bienestar Animal, donde se pueda atender, no solo estos casos de abandono, sino cualquiera que afecte la integridad de los animales y ponga en riesgo su vida.
Lamentablemente, apenas 48 horas después de ser atendida en la fundación, la perrita pereció a pesar de no presentar ninguna enfermedad.
«Sus signos vitales eran estables. Por ello, puede decirse abiertamente que fueron el abandono y el desprecio de esos seres que ella amaba los que la mataron», aseguró el veterinario.
«NUBE VIAJERA. Deja una gran enseñanza. Fidelidad hasta la muerte. No es una enfermedad. Es un estado que la medicina veterinaria no puede resolver.
Se quedó en el aeropuerto esperando el regreso de sus PERVERSOS AMOS», concluyó el veterinario devastado.
Donde se encuentre la persona que fue dueña de Nube Viajera debe saber que su comportamiento le hizo vivir los peores días de su vida, y aunque no lo merecía, ella le respondió con una lealtad que pagó con su vida… ¡Qué dolor!
Lo que hizo su dueño no tiene nombre, ella no pudo soportar el dolor. Ya es hora de que todos tengan presente que los animales sienten y padecen. ¡Vuela alto, inocente Nube viajera, donde nadie más pueda romperte el corazón!