Amy Haden es una mujer amante de los animalitos, a lo largo de su vida ha acogido a varios perritos y propiciado varias adopciones. Aunque se ha conmocionado con muchas historias, nada como aquel día en que vio a un perrito sentado en un mueble en el porche de su casa.
El perrito tenía la mirada más dulce y con tono suplicante, su única intención era recibir ayuda. Esta es por mucho una de las historias más enternecedoras y hoy te la queremos contar.
Mujer se conmueve al ver a un perrito sentado en el mueble de su porche.
Esta mujer es fiel defensora de los animalitos, en su hogar hay dos perritos que llegaron a su vida arrastrando un pasado lleno de dolor y miseria. Por fortuna, todo cambió cuando Amy los recibió en su casa.
Aunque ha sido puente para ayudar muchos peluditos, nunca imaginó que llegaría el día en que un perrito la estaría esperando en la entrada de su puerta.
El misterioso perrito llegó al porche sin ninguna intención de marcharse.
El perrito parecía sereno acostado en el mueble, pero su mirada trasmitía tristeza y desolación, ante la conmovedora escena la mujer no pudo evitar grabar.
Esto sucedió poco antes del amanecer, al parecer el perrito había pasado la noche acurrucado en el mueble de su patio trasero.
Se trata de un joven, Walker tiene cerca de 2 años de edad.
Amy estaba decidida a ayudar al perrito así que se acercó lentamente para que no se sintiera intimidado, por fortuna, él no tenía ninguna intención de huir, todo lo contrario, estaba receptivo y muy cómodo. La mujer al ver que se trataba de un perrito muy dócil no dudó en acariciarlo, fue un momento mágico lleno de mucha sensibilidad.
Una de las hijas de Amy estaba sorprendida al ver a un perrito en el porche, no comprendía cómo había logrado entrar a la casa. De lo que no había duda es que no era su mascota y le preocupaba que alguien lo hubiera extraviado.
Un noble perrito que solo deseaba ser amado.
Al respecto, Amy dijo:
“No, este perro no es nuestro. ¿De quién es este perro? dijo la hija de Amy. No es el perro del vecino. Sé que no tienen perro que se parezca. Simplemente está descansando en el porche”, increpó la madre.
El perrito se negaba a irse de la propiedad, en vista de ello, la mujer contactó a los vecinos para intentar dar con el propietario, sin embargo, nadie lo reclamó. Lo llevó al veterinario en busca de un microchip, pero no encontraron nada.
Como todas las estrategias empleadas no le daban ninguna información sobre el perrito, Amy decidió adoptarlo y llamarlo Walker.
El microchip sirve como reconocimiento legal que el un perrito es parte de una familia.
A los pocos días hubo un poco de tensión en la casa, Walker no se adaptó muy bien a su nuevo hogar y le costó socializar con los otros perros de la familia. Lamentablemente, los perros estaban muy celosos y Amy temía que llegaran a lastimarse.
Era necesario buscar un hogar permanente al adorable Walker. Por fortuna, no pasó mucho tiempo para que esta hermosa bola de pelos encontrara un nuevo hogar, una anciana se enteró de su historia y contactó a Amy para adoptarlo.
“Nos dijo que estaba orando por un perro como él y que nosotros éramos la respuesta a sus oraciones”.
El plan de este perrito funcionó, aunque no se quedó en el primer hogar que lo acogió, ahora es la fiel compañía de una tierna abuelita. Larga vida y salud para el hermoso Walker.