Imagina por un instante que eres un perro, perdido en una vasta ciudad desconocida. Vas pateando las calles en busca de sobras, de cobijo, de un rostro amigable… Poco a poco irás superando algunos de tus miedos. Encuentras algún hueso que te ayuda a recuperar fuerzas y dónde dormir a salvo por la noche.
La vida de un perro callejero puede ser muy dura y desoladora
Las calles, otrora extrañas, ya son territorio conocido. Uno a uno haces tuyo cada rincón. Encuentras amigos, enemigos, y en algún momento incluso, un hogar. Pero, para poder sobrevivir tuviste que sortear grandes dificultades, humillaciones, injusticias…
Esta es la historia de un simpático perrito que fue encontrado en las calles de San Miguel de Tucumán, al norte de Argentina.
Así deambulan decenas de peluditos por las calles de San Miguel
Nuestro tierno y astuto protagonista es un peludo, que como tantos otros en su situación, tuvo que hacer milagros para encontrar alimento en las calles.
Afortunadamente, tras tantas penurias una familia lo acogió y ya no tendrá que pasar por más de lo mismo.
La necesidad y el hambre lo obligó a aprender un truco adorable para suplicar comida
El animalito se sienta sobre sus patas traseras como todo un gentleman frente a los transeúntes, y extiende sus patas delantera con educación pidiendo ser alimentado.
En otras palabras «da la patita». Definitivamente, no es fácil para un can en situación de calle arreglárselas por su cuenta, y vaya que este orejudo lo sabe.
Gracias a su estrategia se ganó el corazón de todos los vecinos de la zona, quienes no dudaban en complacer al animalito con toda clase de chucherías y manjares.
Sin embargo, a pesar de haberse robado la atención de tantos, el pobrecito seguía solo, y sin una familia que le brindara la oportunidad de una mejor vida.
Tanto esfuerzo en parecer adorable, y todo estaba siendo en vano
“¡Amigos esto es muy triste! ¡Este perrito se sienta, levanta sus dos patas hacia arriba y te da la mano! Supongo que aprendió esto para poder sobrevivir en las calles y así conseguir comida. Es muy tierno y triste a la vez, ¿alguien quisiera adoptar a este amiguito?”, escribió una asociación dedicada al rescate y defensa de los animales.
El caso data de hace dos años, y para el momento en que fue difundido se volvió muy popular entre los usuarios de las redes sociales, quienes se mostraron muy identificados e interesados en la gracia e inteligencia del animal para procurarse el sustento diario.
Y es que, también para los animales no humanos, la necesidad es la madre de la inventiva.
Gracias a ello, y a la fama ganada en Internet, un grupo de personas dedicadas al rescate y preservación de los animales callejeros supieron del canino y de inmediato se prestaron a socorrerle.
Después de eso, afortunadamente el tierno perrito consiguió el hogar lleno del afecto que tanto merecía.
“Ya tiene un hogar, gracias a todos por la difusión”, informó esta misma cuenta en las redes sociales.
La experiencia que te propusimos al inicio de este relato, de meterse en la piel y el cuerpo de un perro, seguro que servirá para fomentar la empatía hacia los canes y quizá sirva para que alguno que otro de nosotros termine planteándose adoptar, ¿no te parece?
Ojalá que todos nos pongamos de verdad en las patitas de un callejerito, y a ver si nos gustaría pasar hambre, frío, soledad, ingratitud, enfermedad y desprecio. Ellos son los seres más inocentes y llenos de luz, y no merecen pasar por algo así.
Nos alegra saber de este gran final, al menos se trata de un perrito menos batallando en las calles por sobrevivir