“Todos en la casa se rieron mucho. Fue algo inesperado”.
Este es Mailo, un dulce perro a quien nada le gusta más que traer alegría y risas a su familia.
“Tiene una personalidad excepcional”, dijo a The Dodo Lola, la mamá de Mailo. “La verdad es que es súper tierno y divertido”.
Pero el otro día, Mailo encontró una nueva forma de hacer sonreír a su familia: adoptando una sonrisa completamente nueva.
Hace poco, Mailo y Lola pasaron el fin de semana en casa de la abuela de ella, descansando. Pero en esa calma pacífica, Mailo evidentemente decidió comenzar a explorar el lugar.
Lola solo había quitado la vista del cachorro unos minutos en otra habitación. Sin embargo, cuando Mailo volvió a entrar, notó que había algo un poco diferente en él.
De repente, Mailo tenía una sonrisa radiante, diferente a cualquier otra que había tenido antes.
“Me sorprendió mucho verlo”, dijo Lola. “Me hizo reír mucho”.
Resulta que Mailo, momentos antes, había descubierto la dentadura postiza de la abuela de Lola y procedió a usarla como si fuera suya.
Fue una visión cuanto menos inusual.
Cuando la risa de Lola se calmó, recuperó la dentadura de la boca de Mailo, la lavó bien y la colocó fuera del alcance del perro.
No tenía por qué informar a su abuela de lo sucedido, pero lo hizo de todos modos y le mostró el vídeo de arriba.
“[Mi abuela] se rió y se rió”, dijo Lola. “Todos en la casa se rieron mucho. Fue inesperado”.
Inesperado, tal como le gusta a Mailo.
Al final, la dentadura no sufrió ningún daño. Lo que quedó es el recuerdo de una sonrisa que Lola y su familia recordarán por siempre.