“Mi relación con Alison fue única en la vida, pero también lo fue la de él con ella”.
Cuando Alison llegó por primera vez a la Humane Rescue Alliance en Washington, DC, todo lo que se sabía sobre su pasado era que había tenido una vida difícil. Su familia la entregó después de 10 años. Una vez le habían disparado en el hombro. Tenía miedo de otros perros. Había pasado por mucho caos y sus rescatadores esperaban encontrarle un hogar donde pudiera vivir sus años dorados en paz.
Casi al mismo tiempo, Cole Reifsnider estaba considerando adoptar un perro. Pensó que quería un cachorro, pero luego empezó a pensar que un perro mayor podría ser la opción adecuada, y así fue como encontró a Alison.
“[Mi hermana] se puso manos a la obra y me envió todos los perros que se podían adoptar en el área de los tres estados”, dijo Reifsnider a The Dodo. “Me envió una perrita mayor, Alison. Recuerdo vívidamente que le respondí: ‘¿Debería adoptar una perrita mayor?’, seguido de: ‘No, en serio, creo que la amo’”.
Reifsnider solicitó conocer a Alison y fue amor a primera vista. Adoptó a Alison el día de su undécimo cumpleaños y la pareja comenzó su viaje juntos. Reifsnider siempre supo que Alison era especial y todos los que la conocieron parecían estar de acuerdo. A pesar de todo lo que había pasado, era la perrita más feliz, que solo quería difundir alegría y mejorar la vida de las personas, especialmente la de su madre.
“No tenía idea de que era capaz de amar algo con todo mi ser hasta que la conseguí”, dijo Reifsnider.
Aunque Alison era una perrita mayor, todavía le encantaba dar paseos cortos al aire libre. Por eso, su madre usó una aplicación llamada Rover para encontrar un paseador de perros local que pudiera sacar a pasear a Alison cuando ella no podía.
Así fue como conocieron a Seth. Lo contrataron para que llevara a Alison a dar paseos cortos y pasara tiempo con ella durante 30 minutos cada vez.
Y no pasó mucho tiempo para que Seth también se enamorara de Alison.
“Seth pasaba entre dos y cinco horas con Alison”, dijo Reifsnider. “No solo la sacaba a pasear, sino que también subía a la azotea y pasaba el rato con ella allí para asegurarse de que tomara un poco de sol. Se tumbaba en el suelo con ella para acariciarla y, algunos días, ¡también compartía su almuerzo con ella! Eso le alegraba el día a ella y a él”.
Seth amaba a Alison tanto como su madre, y cuando llegó el momento de decir adiós, Reifsnider sabía que Seth querría estar allí.
“El último paseo de Seth con Alison fue el jueves”, dijo Reifsnider. “Sin embargo, el jueves por la noche, cuando empecé a preocuparme por Alison, se lo dije inmediatamente a Seth y lo mantuve informado mientras estábamos en el veterinario el viernes. Cuando le dije a Seth que sacrificaríamos a Alison a las 4:30 p. m., me dijo que tenía un examen a las 2 p. m., pero que estaría allí, y así fue. Terminó su examen y se apresuró a reunirse conmigo afuera del veterinario para darle su último adiós a Alison”.
Después de dos años en su hogar definitivo, Alison falleció en paz rodeada de sus seres queridos. Después, lleno de dolor, Seth escribió la última reseña de Alison en Rover, y fue el homenaje más dulce y conmovedor jamás escrito.
“Es un gran honor para mí escribir la última reseña de Alison, pero con gran pesar”, escribió Seth. “Conocer a Alison fue un privilegio. La anciana más feliz que tenía todos los motivos para sentirse miserable. Cuando acepté el trabajo de pasear a Alison, tenía la intención de que fuera solo un trabajo. Eso no duró mucho. Su personalidad contagiosa rápidamente derritió mi corazón y el de todos los que la conocieron. Formamos un vínculo por el que estaré eternamente agradecido. Había una cosa con la que siempre podía contar, y era con innumerables movimientos de cola en el momento en que me veía abrir la puerta. Ella estuvo conmigo durante algunos de los momentos más estresantes, usando su personalidad tranquilizadora para ser terapéutica. Una perra verdaderamente única en la vida, la extrañaremos en los corazones de todos los que la conocieron. Amaba a Al y cada segundo que pude pasar con ella”.
Reifsnider sollozó cuando leyó la reseña de Seth. Alison se había ido, pero todas las personas a las que había tocado ayudarían a mantener viva su memoria para siempre.
“Él adoraba a Alison y ella lo adoraba a él”, dijo Reifsnider. “Él la capturó a la perfección en sus breves párrafos. Mi relación con Alison fue única en la vida, pero también lo fue la de él con ella”.
El superpoder de Alison era amar ferozmente e incondicionalmente, y nunca será olvidada.
