Ayudar a una perrita callejera es uno de los actos más grandes de amor que cualquier persona puede hacer. No podemos negar que la realidad para estos peluditos es completamente diferente.
Muchos de ellos pasan sus días enfrentando una gran batalla, buscando refugio para evitar las altas temperaturas o el frío de la noche. Algunos en condiciones más delicadas se sumergen en el dolor esperando lo peor al no recibir la ayuda necesaria.
Perrita con el estómago abultado recibe la ayuda que tanto necesitaba.
Esta es la historia de una perrita que por mucho tiempo vagó de un lugar a otro suplicando recibir ayuda. Con la mirada perdida, desnutrida, y la piel reseca los transeúntes la miraban pasar.
Tenía el estómago bastante abultado, quienes la veían creían que estaba embarazada, pero en realidad, estaba atravesando por una situación bastante difícil. Su situación era muy complicada así que necesitaba atención médica de inmediato.
La perrita pasaba gran parte del tiempo cabizbaja.
No fue sino hasta que un transeúnte se apiadó de ella y contactó a un grupo de rescate quienes llegaron al lugar con la mayor emoción de salvarla y mejorar su condición de vida.
Fue trasladada a un centro clínico veterinario donde le hicieron radiografías, muestras de sangre y análisis de fluidos. Esta vez contaba con el apoyo de algunas personas que pacientemente esperaron los resultados.
Sus rescatistas llenaron varios baldes con el líquido seroso que drenaron de su estómago.
Rápidamente se descartó que estuviera embarazada, en realidad tenía litros de líquido en su estómago que lo ocasionaba gran dolor, entre el malestar el gran tamaño de su barriguita impedían que caminara con facilidad.
Durante el primer día lograron extraerle más de 10 litros, poco a poco su cuerpo fue recuperando la forma. El líquido estaba siendo drenando y el dolor cada vez se diluía, finalmente su vida de dolor y miseria estaban quedando en el pasado.
Al drenarle todo el líquido se evidenció aún más su mal estado, era solo piel y huesos.
Fueron necesarias varias sesiones para poder extraerle todo el líquido. Los exámenes arrojaron que padecía ascitis, una enfermedad que afecta a los perritos en la que se acumula una gran cantidad de líquido en su abdomen.
Esto puede ocasionar una gran variedad de síntomas como aumento repentino de peso, malestar en la zona del estómago, y pérdida de apetito. Estudios demuestran que puede darse como resultado de un trastorno en los órganos internos o en los nódulos linfáticos.
La ascitis en los casos más graves puede causar presión en el diafragma provocando así un trastorno de la respiración.
Es necesario que el perrito que padezca ascitis sea llevado al veterinario para que pueda recibir el tratamiento adecuado. También se insta a los dueños de mascotas estar alerta con sus perritos, pues muchos pueden creer que ha aumentado de peso cuando en realidad puede estar reteniendo líquido.
Estos síntomas pueden darse de manera lenta o muy repentina en cualquiera de los casos, siempre se debe acudir al veterinario, el tratamiento puede variar, pero si hay infección la ingesta de antibióticos es indispensable.
La perrita fue llamada Fufy.
Esta valiente perrita demostró ser toda una guerrera, por primera vez en mucho tiempo parecía estar tranquila, finalmente lograría dormir y llevar una vida saludable y rodeada de amor. Pasó varios días ingresada en la clínica, pero logró superar con éxito esta gran batalla.
Ahora puede acostarse sin sentir ningún dolor, mantenerse de pie y correr como cualquier otro perrito. Nada de esto hubiera sido posible sin la compasión y empatía de un ser que decidió hacer la diferencia y cambiar su vida.
En el siguiente vídeo puedes ver la recuperación de esta hermosa perrita:
No pasemos indiferentes antes los peluditos callejeros y seamos ese instrumento que tanto necesitan para conocer el verdadero amor. ¡Adopta!