Zarif es el nombre de la protagonista de esta historia, una hermosa perrita que a su corta edad ha vivido uno de los peores escenarios que puede sufrir cualquier peludito, ser abanada por sus dueños.
Herida y muy débil solo podía llorar suplicando ayuda, fue así como un buen samaritano logró escuchar sus maullidos en medio del denso bosque.
Afortunadamente, la persona no pasó indiferente ante al llanto desesperado de la perrita y se apresuró a ubicar de dónde provenía, finalmente la encontró y le brindó todos los cuidados que estaba a su alcance.
La perrita aunque notablemente adolorida, no podía dejar de mover su colita al ser rescatada, era su mejor forma de agradecer que la habían salvado de una muerte segura al estar sola y herida en medio del bosque.
La perrita lloraba desconsoladamente en el bosque.
La persona no tardó en llamar al grupo de rescate local quienes se apresuraron en llegar hasta el lugar. Ellos la tomaron entre sus brazos y la trasladaron hasta la clínica veterinaria donde recibió toda la atención médica que necesitaba.
Los exámenes revelaron que la perrita tenía giardia, un parásito intestinal que puede afectar el intestino delgado de esta especie si no se trata a tiempo. Esta enfermedad afecta principalmente a cachorritos o perros adultos con un sistema inmune débil.
La giarda puede tardar en curarse de 3 a 10 días.
La pequeña Zarif también tenía algunas heridas infectadas por lo que fue necesario hospitalizarla un par de días, su condición exigió analgésicos y antibióticos.
La indefensa perrita temblaba cada vez que sus cuidadores tocaban su piel, estaba muy lastimada y el dolor era inevitable. Como si fuera poco, estaba anémica, no fue bien alimentada desde que nació y tuvo que sobrevivir sola en el bosque.
Su cuerpecito estaba lleno de heridas infectadas.
Aunque su estado de salud era bastante delicado, esta hermosa perrita demostraba que quería luchar por su vida, no dejaba de mover su colita al recibir un gesto de amor por parte de sus rescatistas, su cuerpo estaba débil pero su espíritu parecía estar más fuerte que nunca.
Si bien sus antiguos dueños le fallaron y rompieron su corazón, no dejó de confiar en los humanos. Esta vez estaba con las personas correctas que la ayudaron a superar su difícil situación.
Como Zarif, muchos perritos disfrutan de una nueva oportunidad gracias a los diferentes centros de rescate.
Con los días la dulce peludita fue superando su diagnóstico. En tan solo una semana había dado una gran mejoría que terminó por sorprender a sus cuidadores.
Solo bastó que uno de sus rescatista abriera la puerta de su perrera para que Zarif saliera corriendo a su encuentro, con un tierno pero agitado abrazo selló el vínculo de amor y agradecimiento por todo lo que habían hecho por ella.
Con un abrazo y agitados movimientos de cola agradeció a su rescatista la nueva oportunidad que le estaban brindando.
Zarif continúa bajo el cuidado de sus rescatistas, cada día se fortalece mucho más. Aun no tiene un hogar, pero se asegurarán de encontrarle una familia amorosa que acepte su pasado y la trate como la consentida que es.
Esta hermosa perrita tuvo un final feliz gracias a un alma bondadosa que actuó ante su situación y al grupo de rescate que no se dio por vencido.
Gracias a ellos, muchos peluditos logran disfrutar de una segunda oportunidad y encontrar la familia perfecta. Apoya su trabajo, dona u ofrécete como voluntario. Solo sumando amor podemos contrarrestar las malas acciones de algunas personas.
Sigamos orando por Zarif y por todos los perritos que enfrentan una situación de abandono y están luchando por su vida.