Una perrita se ha convertido en toda una guerrera al superar una vida de dolor y horror que le dejó fuertes cicatrices.
Lilac es el nombre de la valiente perrita, una peludita que fue rescatada en Atlanta, Georgia cuando se escondía debajo de un automóvil.
Sus lesiones indicaban que fue atacada por otros perros, pero también por algunas personas que le sumaron dolor a su vida.
La perrita disfruta de una segunda oportunidad, lo único que quiere es dar y recibir mucho amor.
Aunque estaba muy lastimada y no se había topado con las personas correctas, la perrita fue muy receptiva cuando sus rescatistas se acercaron.
Se arrastró debajo del automóvil para encontrarse con ellos. Era como si reconociera que esta vez estaba en las manos indicadas.
Los voluntarios de Second Chance Rescue NYC Dogs, transportaron a la perrita la clínica veterinaria donde fue atendida de emergencia. El examen reveló que tenía fuertes lesiones en las patitas y la mandíbula rota.
También tenía algunas heridas en su estómago, es posible que haya sido golpeada. Afortunadamente, fue rescatada a tiempo y ahora tenía una gran batalla por ganar.
A pesar de sus heridas, la perrita no dejaba de mover su colita cada vez que alguien le daba atención. Era su forma de agradecer y demostrar que lucharía por su vida.
Los primeros días tras su rescate no fueron sencillos, presentó muchos altibajos, pero sus rescatistas hicieron todo para salvarla. La dulce Lilac demostró ser toda una guerrera y sorprendió a todos con su capacidad de lucha.
“Hay un camino por recorrer a su lado y tiene mucha voluntad. Hay algo especial en esta pequeña sobreviviente. Es tan dulce y hermosa”, dijo Second Chance Rescue NYC Dogs.
Desde el primer momento la perrita dejó claro que era una adorable bola de pelos que solo quería amar y recibir amor.
Dulcemente se acurrucaba en los brazos de sus rescatistas mientras la consolaban. El grupo de rescate comentó al respecto:
“Ella es el tipo de perro que requiere que respires profundamente, te sientes y reconozcas la conexión que puedan tener mutuamente.
Ha pasado una vida de tristeza y terror, pero todavía quiere amar, y ser amada y conectarse emocionalmente con alguien”.
Lilac enfrentó una gran batalla, tras un largo tratamiento los veterinarios no pudieron salvar una de sus patitas.
Sin embargo, respondió satisfactoriamente a la cirugía y empezó un nuevo proceso de adaptación, solo tiene tres patitas, pero eso no la limita a tener una vida normal como cualquier otro perrito.
Gracias a los borbotones de amor que recibió por parte de sus cuidadores, Lilac es una perrita feliz que hoy día disfruta de una nueva oportunidad. Al respecto un portavoz de Second Chance Rescue NYC Dogs dijo:
“Tuvo que luchar durante mucho tiempo para llegar a donde está ahora. Puede que haya perdido una patita, pero tiene una familia del tamaño del universo.
Ella está siendo colmada de amor por parte de los que están en el hospital y en todo el mundo. Estamos profundamente conmovidos por la efusión de amor y apoyo hacia Lilac”.
Los perritos forman parte de esos ángeles terrenales que sin ganar sus alas son verdaderos angelitos que llegan a nuestras vidas para demostrarnos el verdadero amor. Un perrito rescatado es uno de los seres más leales y felices que podamos conocer.
Agradecemos a quienes se dedican a salvar vidas y darles una nueva oportunidad. Verlos sonreír y con la mirada más dulce y genuina es el mejor regalo para quienes amamos los animales.
Los perritos expresan los más puros sentimientos. Rescata a uno y contempla los ojos más lindos del mundo: los de la gratitud.