Toda perrita requiere de amor y cuidados, especialmente cuando tiene apenas pocos días de nacida. Pero, tristemente, son cientos los peluditos sin hogar los que habitan en los sitios más inhóspitos, esperando una oportunidad de tener una vida digna.
Esta perrita hizo de una maltrecha bota, su refugio seguro
Goran Marinkovic es un amante de los animales que vive en Serbia y suele salir a las calles para proporcionar un poco de alimento a todos los perritos sin hogar de su ciudad.
Sin embargo, jamás imaginó que en su camino se encontraría con una indefensa perrita aferrándose a la vida.
Era un día especialmente frío y caminaba por una zona atestada de basura. Fue entonces que comenzó a escuchar una serie de débiles llantos que clamaban ayuda; siguió los lamentos hasta encontrarse con una vieja bota dentro de la cual descansaba una frágil perrita color negro y caramelo.
La pequeña suplía la presencia de su madre con la bota
Tan pronto como la vio, Goran acercó alimento a la perrita. Era evidente su mal estado: temblaba de frío, estaba mojada y completamente hambrienta.
Devoró hasta el último trozo del alimento que el buen hombre le dio y, después, volvió a colocarse al lado de la bota.
“La bota pudo servirle para esconderse de la lluvia y el sol. La perrita fue arrojada a la basura, la encontré por accidente. Sería bueno encontrar a alguien que pueda y quiera cuidarla”, escribió Goran en sus redes sociales.
Para Goran, no había duda, alguien había dejado a la perrita ahí para deshacerse de ella. Pero él no estaba dispuesto a permitir que la pequeña perdiera la vida, aunque su condición era realmente delicada debido a su corta edad.
El hombre llevó a la perrita al veterinario y la nombró Smesten. No sabía si sobreviviría, pero la peludita luchaba por mantener su aliento.
Para apoyarla aún más, la acogió en su casa para darle todos los cuidados que necesitaba, después de todo solo era una bebé que tuvo mala suerte.
Goran dio la bienvenida a su casa a la perrita con un afelpado osito de peluche. Smesten no dejaba de jugar con su nuevo juguete; arrastrándolo y mordiéndolo entre los sofás de la habitación, por primera vez estaba recibiendo amor.
Los cuidados que Goran dio a la pequeña perrita surtieron efecto y, poco a poco, Smesten fue recuperando su vitalidad. Aumentó de peso, su pelaje comenzó a brillar y por fin pudo ver el lado bueno de los humanos.
La alegría y energía de Smesten salió a flote para conquistar el corazón de Goran
En tan solo 6 meses, la apariencia y vida de Smesten cambió por completo. Es sumamente enérgica y disfruta jugar por doquier; aunque en ocasiones también opta por descansar a sus anchas y dormir como la linda angelita que es.
Goran adoptó oficialmente a Smesten, junto a su pareja. Ahora la peludita tiene unos amorosos padres que siempre velan por su bienestar y además tiene muchos hermanos caninos que la miman enormemente porque es la más pequeña del grupo.
Smesten se ha convertido en la fiel acompañante de Goran, especialmente cuando él sale a alimentar a los perritos sin hogar que deambulan en la calle. Lamentablemente, cada vez son más los inocentes animalitos que necesitan ser auxiliados de emergencia.
“Doy de comer a los animales en la calle, que no reciben comida de los humanos y no tienen dueños. Su número aumenta constantemente. Es triste saber que la gente deja a sus animales con tanta despreocupación”, señala Goran.
Su cambio ha sido impresionante
En la actualidad, Smesten y Goran alimentan diariamente a 100 perritos y gatitos de las calles. Aunque dan lo mejor de sí, saben que esos pequeños seres solo se encontraran a salvo cuando encuentren su propio hogar.
En las calles aguardan miles de animalitos, deseosos de tener una familia. No dudes en abrir tu corazón para cuidar de ellos, recuerda que todos merecen amor.