Quien afirma que un perrito no tiene sentimientos, miente. Un perrito también es capaz de llorar, incluso frente al ataúd donde yace el cuerpo de la persona a quien más amó. Definitivamente, tenemos que reconocer que también ellos sufren y tienen su manera de expresar su dolor.
Un perrito lloró desconsolado la muerte de su madre
Son seres amorosos, apegados y muy sentimentales. Por eso, muchas veces, las cosas que hacen para enfrentar la tristeza y la desolación, nos parte el alma. Y es que, cuando se está en compañía de un animalito fiel, la vida cobra un nuevo sentido.
Algo muy triste estaba a punto de suceder en la vida de Toy
Lo que atravesó esta criatura retrata a la perfección lo que significa la fidelidad canina. Se trata de Toy, un cachorro cuyo corazón quedó roto en mil pedazos tras el fallecimiento de su humana.
Llegó a la vida de su dueña siendo tan solo un bebé
La mujer que falleció se llama Luzinete Lopes Diniz. Durante las exequias realizadas en Camaçari, Bahía, Brasil, el perrito se negó a separarse un solo segundo del ataúd donde ella descansaba, y lloraba sin consuelo por tenerla más a su lado.
La amó con todo su corazón
Las escenas fueron, en verdad, más que conmovedoras. En medio de su desesperación por la pérdida, se podía ver al ansioso perrito rascando la madera del ataúd, como si con eso pretendiera que Luzinete volviera a la vida.
Rascaba y rascaba como tratando de despertarla, y no era para menos. Fue adoptado de cachorro y siempre tratado como a un hijo. Toda su vida dio lo mejor de sí para estar junto a su cuidadora.
Estaba devastado
No paraba de abrazarla y de consolarla en los momentos difíciles. También era su más fiel amigo y defensor cuando era necesario. Toy demostró con creces que esa unión indivisible trascendería más allá de la muerte.
La conmovedora escena fue captada por Jailson Almeida, dueño de la funeraria donde fue velado el cuerpo, quien quedó realmente tocado e impactado.
Almeida no dudó en dar a conocer al mundo la extraordinaria relación de amistad entre Toy y doña Luzinete, conmoviendo a miles de personas con las imágenes.
La hoy fallecida era una mujer de fe, muy creyente en Dios y muy conocida y querida por todos los vecinos de su barrio carioca. Lamentablemente, sufrió un infarto fulminante que le cegó la vida.
Meses atrás, Luzinete padeció un derrame cerebral del cual se recuperó, y durante ese proceso Toy siempre permaneció fiel a su lado.
La mujer presentó algunos problemas cardíacos y su corazón dejó de latir
Pero, de entre tantos quienes la amaban y asistieron a darle el último adiós, Toy fue quien expresó todo su cariño hasta el final de la ceremonia.
Nunca la olvidará pues él era su verdadero hijo
Toy entendió que sería su última oportunidad de estar con su amada mamá y quiso aprovecharla al máximo. Aullaba desconsolado, parecía estar sufriendo mucho la pérdida de su querida doña Luzinete.
Algo realmente inusual para muchos de los asistentes, pero muy bello de observar, sin lugar a dudas. Luzinete y Toy tuvieron un gran vínculo, siempre acompañaba a su madre a la iglesia, o al supermercado.
Por su parte, el propietario de la casa funeraria también describió cómo las personas de alrededor quedaron sorprendidas al ver la reacción del perrito. Y es que, además de no dejar que alguien se acercase, realmente estaba muy triste.
Se negaba a dejarla partir para siempre
“Fue una digna muestra ejemplar de gratitud y respeto hacia su ser querido. No quería que alguien se acercara al ataúd”, añadió Almeida.
Ninguno de los asistentes al sepelio olvidará jamás el dolor que reflejaba el animalito junto al ataúd de Luzinete al despedirla. En ese momento luctuoso, el perrito demostró cuánto la amaba y su profundo dolor por su partida.
Definitivamente, una vez más ha quedado demostrado que el vínculo tan estrecho que se crea entre un perro y un ser humano, puede llegar a veces a traspasar las fronteras de este mundo.