Un pitbull blanco fue rescatado de una casa en la que lo mantenían pasando diferentes calamidades. El pobre perrito pesaba menos de la mitad de lo que debía para su edad, pero ahora su pesadilla ha terminado, gracias al incansable trabajo de un grupo de rescatistas muy queridos en Brasil.
El pitbull también tenía signos de haber sido expuesto a malos tratos.
Un perrito de unos 2 años fue rescatado de una casa en Betim, en la Región Metropolitana de Belo Horizonte (Brasil). El pobre animal que tenía una mirada triste y perdida, se encontraba echado en el suelo sin esperanzas ni energías, como a la espera de que llegara su fin definitivo.
Pero la vida le tenía preparada una nueva oportunidad.
El pitbull pesaba solo 12 kilos, cuando el peso normal de un animal de esa raza y edad debería ser de 30. Además de la negligente alimentación, el peludo era blanco de diferentes malos tratos y esa situación llevó a que uno de los vecinos decidiera denunciar lo que sucedía en la propiedad.
Ante tantos tratos injustos contra los animales, lo menos que podemos hacer es ayudarlos y por ese motivo la brigada de rescate de la Superintendencia de Protección Animal (Sepa) de Betim, en conjunto con la Guardia Municipal actuaron de inmediato.
No podían dejarlo solo.
El samaritano que se preocupó por el pitbull no solo denunció, sino que quiso intervenir por sus propios medios para ayudarlo.
«Recibimos información de que había un perro muy flaco en la casa, que no se podía levantar para comer. Un vecino saltó el muro, metió comida y el animal comió tumbado», explica Roberta Cabral, de Sepa.
El animalito estaba deshidratado y necesitaba ayuda veterinaria con urgencia, por eso al ser rescatado de la casa en la que lo mantenían atado pasó a manos de los voluntarios de «Projeto Adote Pitbull».
Al parecer, lo que había detrás de tanto sufrimiento del peludo era un caso de negligencia grave ya que nadie vivía en la propiedad. Y mucho menos estaba a cargo de Odín (así era como lo llamaban).
El peludo fue dejado como alarma para cuidar del lugar, esclavizándolo así al hambre y el sufrimiento.
De este modo lo explicó Luís Felipe García, quien también forma parte del Projeto Adote Pitbull.
“Lo que nos pasó es que el dueño del animal no es el dueño de la propiedad. La casa estaba vacía, se puso una persona ahí para cuidar la propiedad.
Pero ella fue para allá, metió al perro, lo alimentó por los primeros días y luego no volvió más», dijo García.
Por suerte el perrito cayó en buenas manos y en solo semanas se ha recuperado de esos días tan amargos que le tocó vivir. Los voluntarios del proyecto se han encargado de velar de él, alimentarlo y sobre todo llenarlo de mucho amor.
Lo positivo de este caso es que pese a la mala experiencia que sufrió el perrito al que ahora llaman Galego resultó bastante amistoso.
Él es solo un cachorro y afortunadamente supo superar rápido todo lo que había vivido en aquella casa vacía.
En una publicación en su cuenta de Instagram, el SEPA informó sobre la recuperación de este pitbull y su cambio es indiscutible.
“Hoy venimos aquí a mostrar nuestro antes y después de Galego, quien fue atado a un poste con signos de maltrato, además de estar desnutrido y anémico, fue enviado a nuestra perrera.
Galego recibió mucho amor y cariño además de conseguir un nuevo hogar! ¡Y hoy está ahí, para demostrar que juntos somos más fuertes!”, escribieron.
En cooperación con el Projeto Adota Pitbull, estás personas trabajan arduamente para rehabilitar por completo al noble animal, y encontrarle una familia responsable y amorosa. Sin duda que este amigo tiene ahora la vida que siempre mereció vivir, sus cuidadores lo aman como si fueran su verdadera familia.
Gracias a esos héroes anónimos que hacen vuelta de tuerca en el destino de tantos animales indefensos como este perrito.