No podemos negar que los perritos callejeros tienen una vida de penurias, muchos de ellos son víctimas de tratos injustos dejándoles fuertes marcas, no solo físicas sino emocionales.
Algunos de los perritos toman una conducta agresiva como forma de defensa, acercárseles para intentar brindarle algo de ayuda no siempre es fácil para los rescatistas.
La perrita tenía muchas cicatrices en todo su cuerpo, sobre todo en la cara.
Esta es la historia de una perrita pitbull que tenía razones de sobra para estar bastante agresiva con los voluntarios de Stray Rescue of St. Louis.
Cuando el equipo de rescate llegó al lugar lleno de escombros y casi en ruinas, se toparon con una perrita extremadamente agresiva que no dejaba de gruñir como forma de ataque contra los hombres que solo querían ayudarla.
Es posible que su antiguo dueño la usara como cebo en peleas de perros.
Al principio no comprendían la reacción de la perrita, pero después de unos minutos notaron los pequeños ladridos de unos cachorros recién nacidos. La actitud desafiante de la perrita ya tenía mucho sentido, solo estaba siendo una madre protectora con sus crías.
Decididos a ayudar la madre territorial, los rescatistas dejaron el miedo atrás y emprendieron la misión de rescatar a la pequeña familia del deplorable lugar.
Después de prolongados e intensos gruñidos la perrita terminó cediendo.
El lugar era muy inseguro, la vida de los peluditos corría riesgo si los dejaban ahí, los rescatistas crearon una trampa humana que a pesar de haber intensificado los gruñidos de la madre funcionó.
Uno de los voluntarios tomó una de las crías y esto hizo que la madre lo siguiera hasta la trampa donde estaban los otros rescatistas listos para atraparla. Más tarde el rescatistas fue sacando uno por uno los cachorritos hasta asegurarse que no quedaba ninguno en el lugar.
Se trataban de seis cachorros en total.
Tanto la madre como sus crías fueron trasladadas al centro de rescate donde recibieron la atención que necesitaban.
Al respecto, uno de los rescatistas comenta:
«Incluso antes de que se reunirá con sus bebés, su comportamiento cambió por completo. Era como si entendiera exactamente lo que estaba sucediendo. Los perros son bastante inteligentes, ya sabes”.
Finalmente la valiente madre se reunió una vez más con sus crías, esta vez en un lugar seguro y con personas que velarían por su bienestar.
Estaba tan feliz de compartir con sus bebés en un lugar limpio y cómodo que no dejaba de olfatearlos y besarlos.
El emotivo rescate fue grabado y ha logrado miles de reproducciones.
Cuando estén más grandes y con las vacunas completas pasaran a una lista de adopción. Solo es cuestión de tiempo para que encuentren la familia amorosa que tanto se merecen.
La valiente madre pasa gran parte del tiempo alimentando y dándole amor a sus crías.
Gracias a todo el equipo de rescate por arriesgarse y darles una segunda oportunidad a esta dulce familia. Sin duda, ante un gesto de amor nadie se puede negar y esta perrita entendió que era lo mejor para ella y sus crías.
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