Mil millones de corazones se hicieron añicos cuando la noticia recorrió el planeta: el 25 de junio de 2009, Michael Jackson, el rey del pop, había fallecido. La noticia dejó al mundo en estado de shock, sumido en un luto colectivo. Sin embargo, entre las manifestaciones públicas de dolor y la cobertura mediática, una ausencia notable en su funeral dio lugar a especulaciones: Diana Ross, una figura clave en la vida del cantante, no estuvo presente en la despedida.
La ausencia de Diana Ross en el funeral de Michael Jackson
Diana Ross, la icónica cantante de Motown, era mucho más que una colega o amiga para Michael Jackson; era una figura maternal, una mentora, y alguien a quien él consideraba una piedra angular en su vida. Tras su muerte, Ross emitió un comunicado donde expresó su profundo dolor, afirmando:
“Estoy tratando de encontrar un final. Aunque no esté en el Staples Center, estoy allí en mi corazón. Decidí hacer una pausa y guardar silencio. Michael era un amor personal para mí, una parte apreciada de mi mundo.”
Ross dejó claro que su ausencia en el funeral público no era por falta de amor o respeto, sino una decisión personal para procesar su duelo de manera privada.
Razones detrás de su decisión
Además de las declaraciones públicas de Ross, diversas teorías surgieron sobre los motivos de su ausencia. Allegados a la cantante señalaron que el dolor que sentía era tan profundo que asistir al funeral habría sido demasiado abrumador. También se especuló que la salud de Ross, de 65 años en ese momento, y el estrés de un evento tan mediático podrían haber influido en su decisión.
Los medios inicialmente plantearon hipótesis sobre posibles tensiones entre Ross y Jackson, pero no existieron pruebas concretas de conflictos. Por el contrario, amigos y figuras públicas defendieron su decisión, recordando que el duelo es un proceso profundamente personal que debe ser respetado.
Una relación marcada por el amor y la confianza
La relación entre Diana Ross y Michael Jackson trascendió lo profesional. Desde los primeros días de Jackson 5, Ross fue una influencia crucial en su vida. Tanto era el vínculo, que Jackson la incluyó como tutora secundaria de sus hijos en su testamento de 2002, una muestra de la confianza y el cariño que sentía por ella.
Si bien Ross nunca tuvo que asumir este rol, su designación en el testamento captó la atención mediática. Según informes, ella estaba sorprendida por este nombramiento, aunque lo aceptó como una muestra del deseo de Jackson de proteger a sus hijos en un entorno seguro.
El legado emocional de una pérdida compartida
Con el tiempo, Ross reafirmó su compromiso con el bienestar de los hijos de Jackson. Aunque inicialmente optó por mantenerse al margen, en visitas posteriores a los niños, mostró su disposición a intervenir si era necesario. Este gesto subrayó su conexión continua con la familia Jackson y su compromiso con el legado de Michael.
La ausencia de Diana Ross en el funeral de Michael Jackson fue, sin duda, notable, pero su amor y respeto por él se reflejaron en cada acción y palabra posterior. En un momento de pérdida tan grande, Ross eligió honrar su relación a su manera, dejando claro que el duelo, aunque privado, no era menos profundo.
El mundo lloró la pérdida del rey del pop, y entre esas lágrimas, el amor y la conexión entre dos iconos permanecen como un testimonio de un vínculo eterno.